ALEMANIA - Fröhliche Weihnachten!
La noche del 5 de diciembre Santa Claus y su ayudante Knecht Ruprecht. visitan las casas para evaluar el comportamiento de los niños. A aquellos que se han portado bien durante todo el año, Santa les regala dulces, nueces y manzanas, mientras que Knecht Ruprecht se encarga de castigar a los que han sido malos.
Los alemanes honran en la última noche del año a San Silvestre y se entregan a la bebida, a los castillos de fuego y a predecirse el futuro unos a otros. Las primeras horas del Año Nuevo se reciben con el estruendo de los petardos para ahuyentar a los espítitus malignos.
Foto: Parece un árbol de Navidad, pero en realidad son 1.700 los que componen este abeto de 45 metros de altura. Así se lo han montado los de Dortmund, que ya han inaugurado su tradicional mercadillo navideño. © AP
AUSTRIA -
Frohe Weihnachten!
En Austria los regalos de Navidad no los trae Santa Claus, sino un niño rechoncho de rubios cabellos rizados, el Niño Jesús, que baja del cielo con su banda de ángeles cada Nochebuena para traer concordia, amor y algunos regalitos a los niños y mayores que se han portado bien.
Mientras las campanas de la catedral de Viena tañen los últimos toques del año miles de personas bailan el vals en plena calle. Las orquestas, las casetas de vino caliente y champán y la música son los mejores antídotos contra el frío en esta noche tan especial.
Foto: Uno de los símbolos de Graz es la Torre del Reloj, cuyo mecanismo lleva latiendo desde 1712. Las bajas temperaturas no son un inconveniente y la torre sigue siendo punto de encuentro para los enamorados. © Turismo de Graz
En el siglo XIX los árboles de Navidad se decoraban con frutas, especialmente manzanas. Pero en 1858 la cosecha fue mala y los maestros vidrieros de Moselle, en Lorena, pusieron de moda un nuevo motivo decorativo: las bolas de cristal. El Centro de Arte Vidriero de Meisenthal mantiene viva la tradición desde entonces, con demostraciones en público, clases prácticas y visitas guiadas al museo.
Foto: Los Campos Elíseos de París son adornados con miles de luces y adornos. En Nochevieja es donde los parisinos se reúnen para dar la bienvenida al Año Nuevo en una fiesta sin fin bañada con champán. © AP
IRLANDA - Nollaig Shona Dhuit!
Después de la comida de Navidad los irlandeses suelen dejar un poco de pan y un vaso de leche en el portal de la casa como símbolo de hospitalidad.
Una de las tradiciones más singulares de la decoración navideña irlandesa es la colocación de una gran vela en la entrada o en alguna de las ventanas de la casa. Esta vela, que enciende el benjamín de la casa en Nochebuena, es un símbolo para dar la bienvenida a la Sagrada Familia y sólo podrá ser apagada por una niña o mujer llamada María.
Foto: Las semanas previas a la Navidad Dublín se abre a las compras. El público se reparte entre las tiendas de siempre y los mercadillos típicamente navideños. © Turismo de Irlanda
ITALIA - Buon Natale!
En Italia se ven poco las calles iluminadas y decoradas para Navidad al estilo de otros países. Las Navidades en Italia son una fiesta muy familiar. En Roma es típico que centenares de niños el domingo anterior a la Fiestas lleven su estatuilla del niño Jesús, que luego depositaran en el pesebre de la plaza de San Pedro para que el Papa los bendiga durante el rezo del Angelus. De la forma que los italianos viven estos días se refleja en el siguiente refrán “Natale con i tuoi, Pasqua con chi vuoi” (Navidad con los tuyos, Pascua con quien quieras). Esto indica que es una fiesta muy familiar. El día 24 comienzan las fiestas con la “Vigilia di Natale” con la tradicional “Cenone” (gran cena). El día 25 también se celebra con comidas, visitas a los familiares y reuniones entre amigos, también se intercambian regalos.
La Nochevieja (Notte di Capodanno) , se suele celebrar fuera, en salas de fiestas, discotecas y también en fiestas en casa, pero antes de salir también se cena en familia. Se acostumbra a comer lentejas esta noche para que en el año nuevo nunca falte el dinero. Otra costumbre es regalar a las mujeres lencería color rojo para asegurar la buena suerte en el año nuevo y en Roma y Nápoles, al llegar a las doce de la noche, se tiran los tratos viejos para comenzar el nuevo año con buen pie.
En Italia no se celebra la Noche de Reyes, pero es una bruja llamada Befana quien trae los regalos el 5 de enero. Montada en su escoba vuela por encima de los tejados de las casa y deja los últimos regalos de la Navidad a los niños italianos. Aunque es una tradición romana se ha extendido a todo el país. La brujita que trae dulces a los niños que se portan bien y carbón a los niños que se portan mal. Los dulces típicos de esta época son el “panettone” y el “pandoro”.
Texto original: http://www.quieroitalia.com/
Foto: Cada año se celebra en Venecia una regata en honor de la Befana. © Turismo de Italia
En Benquerença (en la región de Castelo Branco), donde no se celebra la Misa del Gallo, las muchachas y muchachos recorren las calles con platos de harina dibujando cruces blancas en las puertas de las casas. Cuenta la tradición a propósito de esta costumbre que uno de los soldados de Herodes, mientras buscaba a Jesús por las calles de Belén, dio con la puerta trasera del lugar donde se ocultaba la Virgen María con el Niño Jesús y la marcó con harina antes de ir a buscar ayuda. Cuando volvió con el resto de la soldadesca descubrió espantado que todas las puertas de la calle estaban marcadas con la misma señal.
Foto: Más de 3.000 «papá noeles» recorrieron las calles de Oporto en diciembre del año 2001 para batir el récord Guiness (lo consiguieron). © Reuters
Merry Christmas!
La Navidad en Gran Bretaña no sería lo mismo sin los «crackers», unas cajitas pequeñas con forma de petardo que estallan cuando se parten en dos. Contienen un gorrito, un regalo y un chiste –que suele ser bastante malo– junto con papeles de colores que se esparcen con el estallido. El 25 de diciembre la familia se reúne, enlaza sus brazos alrededor de la mesa sujetando cada uno un extremo de la mecha y hacen detonar todos los «crackers» a la vez.
Foto: Los leones de Trafalgar Square vigilan de cerca
el abeto que desde Oslo llega cada año al corazón de Londres.
Fuente: elmundoviajes.com