Dónde viajar: Castillo de Neuschwanstein (Alemania)

Ya ha pasado tiempo desde que no escribo... Han sido unos días de esos en los que no tienes tiempo de hacer absolutamente nada, pero te apetece hacerlo absolutamente todo. Y entre las cosas que me habría gustado hacer, se encuentra viajar.

Cuando tengo la ocasión de hacerlo, siempre se me plantea la duda de si ir a sitios que aún no he visitado o si volver a los que me han gustado. Mi parte más práctica me dice que viaje a lugares nuevos, porque el tiempo y el dinero son limitados (ayyy...), pero siempre me queda el "no-sé-qué" (nostalgia, diría yo) de visitar de nuevo aquellos en los que más he disfrutado. Uno de ellos es Munich, y, muy cerca de allí, el castillo de Neuschwanstein.

Dónde viajar: Castillo de Neuschwanstein (Alemania)

Por su entorno, en los alpes, en un peñón sobre el lago Alpsee; su arquitectura, cuidada al detalle; y su decoración, con el romanticismo de las obras de Wagner impregnando cada rincón... Neuschwanstein inspiró a Disney para crear el castillo de "La Bella Durmiente" y es que realmente parece sacado de un cuento de hadas. Y no sólo se quiso la perfección en las formas, sino que el castillo se dotó de la última tecnología del momento (calefacción, agua corriente, montacargas, conexión telefónica entre plantas...) para tener la mayor comodidad.

El castillo está situado en Hohenschwangau, entre Schwangau y Füssen, en los Alpes alemanes. Se puede llegar en coche o en tren/autobús (tarifas y horarios en www.rvo-bus.de). Desde el aparcamiento de Hohenschwangau se puede llegar al castillo andando (aprox. 30 minutos), en autobús (10 minutos a pie para terminar de llegar a la puerta del castillo) o en coche de caballos (5 minutos andando). En la página www.neuschwanstein.de/spanisch/palacio/index.htm se pueden consultar precios, horarios de visita, etc.

Al llegar a Hohenschwangau (literalmente, "Gran condado del cisne"), se puede ver a un lado el castillo con el mismo nombre, en el que residió el rey Luis II de Baviera durante su infancia, y el Neuschwanstein, que mandó construir una vez fue nombrado rey.

 

A unos 10 minutos a pie del castillo, se encuentra el Marienbrüke (Puente de María), con 98 metros de altura, y desde el que hay unas vistas impresionantes del castillo y alrededores:.

 

El "Rey Loco", Ludwig II de Baviera, nunca quiso se r rey y vivió fuera de la realidad en sus últimos años. En viajesdeeuropa.com/castillo-neuschwanstein-musica-y-leyenda-en-los-alpes/ se describe al rey como: Un romántico, un soñador. Un amante del arte, de la música, de la arquitectura, del amor. Así era Luis II de Baviera, el rey más amado por el pueblo bávaro. 

"Este monarca, coronado en 1864 a la edad de 18 años, concibió en su mente un palacio de cuento medieval, digno de ser habitado por bonitas princesas y fornidos caballeros andantes. El rey Luis desde su más tierna infancia amaba jugar con ladrillos, con los cuales hacía sorprendentes construcciones. También amaba el teatro; montaba obras teatrales  para las cuales también se disfrazaba. Era muy aficionado a las antiguas leyendas, en especial de la de Lohengrin, “El caballero del cisne”, quien apareció misteriosamente navegando en un cisne, y luego de lograr casarse con la princesa Elsa de Brabante, le hizo prometer a su esposa no preguntarle su nombre y su linaje, cosa que ella desobedeció en la noche de bodas. El caballero respondió la pregunta de su cónyugue, y de inmediato reapareció el cisne y desapareció el caballero para siempre.

A los 13 años conoció al compositor Richard Wagner, y quedó cautivado con su obra; luego el músico se convertiría con los años en su gran amigo, y Luis en su mecenas. Las interpretaciones de Wagner dieron vida al mundo onírico del interior del rey. Embebido en estas ensoñaciones románticas, Luis sintió deseos de construir hermosos castillos. El primero de ellos fue Neuschwanstein. En el año 1869 se puso el primer bloque del palacio, dando comienzo a esta obra, en medio de los alpes, en un peñón sobre el lago Alpsee."

En 1886, poco después de la muerte de Wagner, el rey Luis II fue declarado incapaz para gobernar por enajenación mental y recluido por la fuerza en el castillo de Berg. Un día después, aparecieron él y su su vigilante y psiquiatra, el Dr. Bernhard von Gudden, muertos en el lago de Starnberg. Una cruz indica el lugar en el que fue encontrado muerto, a los 41 años de edad.


En www.eturismoviajes.com/castillo-de-neuschwanstein-el-mismo-que-inspiro-a-walt-disney/ se explica:
"En el Castillo de Neuschwanstein, la Edad Media sólo era una fantasía, ya que detrás de una apariencia antigua se escondía la técnica más avanzada y el máximo confort. Las habitaciones del palacio, el edificio de vivienda real, se calentaban mediante una calefacción central de aire caliente.
En todas las plantas se disponía de agua corriente, en la cocina incluso de agua caliente y fría. Los inodoros contaban con desagüe automático. A través de una instalación eléctrica de comunicación interna, el rey podía llamar a sus sirvientes y ayudantes. En el tercer y cuarto piso había incluso conexión telefónica. Los alimentos no tenían que subirse trabajosamente por las escaleras, pues tenían su elevador.
Ya en la edificación del Castillo se había hecho uso de los medios más modernos. Por ejemplo, las grúas se accionaban mediante máquinas de vapor, y la Sala del Trono se erigió como una construcción de acero revestida. Una particularidad de Neuschwanstein son los grandes ventanales. La fabricación de estos tamaños tan grandes aún era rara en tiempos de Luis II. El Castillo de Neuschwanstein, está entre uno de los atractivos mas visitados por el turismo en Europa."

 

Un castillo con 360 habitaciones, de las cuales, apenas 14 están terminadas, y en el que Luis II sólo habitó durante 6 meses.

En la página oficial, se pueden hacer una visita virtual (www.neuschwanstein.de/spanisch/palacio/visita.htm) y ver panorámicas (www.neuschwanstein.de/spanisch/palacio/panoram.htm) tanto del exterior como del interior del castillo.