miércoles, 8 de febrero de 2012

Consejos útiles: moldes de cocina

Los moldes son utensilios de cocina que pueden resultar muy útiles. Con ellos, podemos preparar un sinfín de recetas al horno que van desde los clásicos pasteles hasta las deliciosas quiches.

En el mercado podemos encontrar moldes de cocina de distintos materiales resistentes al calor: silicona, vidrio, cerámica o metal. Otra opción son los moldes de cocina desechables de aluminio. Cada uno de ellos presenta diferentes ventajas que se adaptan a tus necesidades. Aquí te explicamos todas sus características.


Moldes de aluminio antiadherente
Estos moldes de cocina, que aguantan hasta 250 ºC, destacan por su ligereza y la buena distribución del calor. La limitación principal es que sólo se pueden utilizar en hornos tradicionales.

Otra característica es el revestimiento antiadherente que nos asegura la durabilidad del molde de cocina porque protege el metal del agua, calor, agentes limpiadores…

También mejora y personaliza el aspecto de tus recetas y hace mucho más fácil y cómodo el desmoldado y la limpieza.

Si decides utilizarlos, debes colocarlos a una altura media del horno precalentado para conseguir una rápida cocción y resultados crujientes. También es recomendable desmoldar los pasteles antes de cortarlos para evitar rayar el molde. Además, cuando los limpies debes secarlos bien para mantenerlos en buen estado.

Moldes de silicona
Los moldes de silicona son relativamente recientes en el mundo de la cocina. Es necesario distinguir este material del plástico. Aunque tengan una apariencia similar, están hechos a partir de materias primas muy diferentes que aguantan hasta los 230 ºC. La ventaja principal es que los moldes de silicona puedes utilizarlos tanto en los hornos tradicionales como en los microondas, además de ser aptos para el congelador.

Entre los atributos de los moldes de silicona destaca su capacidad de enfriarse rápidamente, su ligereza y la ausencia de bordes afilados. Son los moldes ideales para cocinar con los niños ya que se pueden encontrar de diferentes colores y formas divertidas. Además, puedes preparar todo tipo de mousses, helados y pasteles.

Al igual que los moldes de aluminio, los moldes de silicona también son antiadherentes y, por lo tanto, son fáciles de limpiar. Debes colocarlos también a una altura media del horno pero no debes usarlos con el grill. Además, es recomendable colocarlos sobre la reja en vez de la placa, de esta forma evitarás el deterioro con el paso del tiempo. Igualmente, también debes desmoldar antes de cortar y evitar utilizar cuchillos y tenedores dentro del molde para no provocar perforaciones.


Moldes de vidrio para horno
Los moldes de vidrio son muy versátiles ya que se pueden utilizar tanto en hornos tradicionales o microondas como en frigoríficos y congeladores. También son aptos para el lavavajillas, aseguran una cocción homogénea gracias a su buen reparto del calor y son resistentes a la manchas, así, se evita la retención de olores o sabores.
Estos moldes de cocina son los más adecuados para gratinar o cocinar al horno, pero la cocción es ligeramente más larga que con los de metal (entre 5 y 10 minutos más). Además, al ser transparente, se puede controlar fácilmente el estado de la cocción.

Es recomendable colocarlo en la parte inferior del horno cuando prepares quiches o tartas para así cocinar más rápido la masa. Además su resistencia a los arañazos permite que se pueda cortar sin desmoldado previo e incluso servir directamente a la mesa.

Moldes de cerámica
Dentro de toda la variedad de moldes de cocina, éstos destacan por su fabricación 100% natural a base de arcilla, minerales y agua. Es importante que estén esmaltados para evitar manchas persistentes o el exceso de absorción de agua.

También se caracterizan por su versatilidad ya que son compatibles con horno tradicional y microondas, lavavajillas, frigorífico y congelador. Es uno de los moldes de cocina que más resiste el calor, hasta los 250 ºC, y, pese a que son los que más tardan en calentarse, aseguran un reparto homogéneo del calor y lo retienen durante más tiempo, esto permite terminar la cocción fuera del horno.

Al igual que los de vidrio, son muy útiles para gratinar o para realizar cocciones de larga duración. También se recomienda colocarlos en la parte de abajo del horno para cocinar quiches o tartas y así asegurar que la masa se haga más rápido que el contenido. Además, se puede servir en el mismo molde y cortar sin desmoldar. Si deseas conservarlos durante más tiempo, opta por los moldes esmaltados tanto en la parte exterior como en la interior.


Consejos útiles
  • Es recomendable engrasar los moldes de cocina con un poco de mantequilla derretida y con ayuda de un pincel. Una vez hecho esto, espolvoréalo con harina y repártelo, con unos golpes suaves, hasta que toda la superficie esté cubierta.
  • Si vas a preparar una tarta a base de frutas que desprendan mucho jugo, puedes impermeabilizar la masa preparando un fondo de tarta con harina, azúcar y almendra en polvo. En el caso de los postres de chocolate, puedes sustituir la harina espolvoreada por cacao en polvo.
Fuente: www.nestle.es