¿Por qué esta diferencia? La respuesta es complicada, pero se reduce a esto: tus ojos, tu cerebro, tu espejo y tu cámara están conspirando para sabotear tu imagen corporal.
- Las fotografías pueden tener distorsiones según la lente que utilice (gran angular, teleobjetivo, etc.) que hagan que varíe el tamaño, anchura y altura del objeto fotografiado.
- El uso de flash o el jugar con luces y sombras pueden dar un aspecto más suave, más duro...
- El espejo puede distorsionar la imagen, dependiendo de la curvatura que tenga.
- Nos miramos al espejo desde nuestro propio punto de vista (vemos nuestro cuerpo desde nuestra perspectiva, desde la altura de nuestros ojos).
- Ante el espejo solemos adoptar poses sin ser conscientes de ello. Sin embargo, cuando nos fotografían, nuestra postura y gestos son distintos, o incluso podemos ser fotografiados sin previo aviso.
- En el espejo nos vemos al contrario de como nos ven los demás, que es como salimos en las fotos, y nuestro cuerpo no es completamente simétrico. ¡Pues es verdad! ;)